martes, 25 de octubre de 2011

Secretos de Sobidelia. El miedo de estar viva


Sobidelia Iglesias, cerca de los sesenta años, en el justo momento, descubre la poesía. Esta profesora, retirada de las aulas y laboratorios de física, le surge entonces una interrogante: ¿qué relación existe entre lírica y ciencia? Y le sorprende su propia respuesta: la física estudia los fenómenos de la naturaleza y mi poesía la naturaleza de los fenómenos.
El sol como talud, un compendio de los primeros poemas de esta guantanamera publicado por la editorial El mar y la montaña,  revela una obsesión: la soledad. Esa  soledad que experimentamos en compañía, o quizás aquella que surge ante el fracaso y donde el resto de los seres no percibe que pedimos a gritos más.
La poesía significo el regreso a la vida de esta mujer, después que una enfermedad le indicara la necesidad de jubilarse y ello perturbara su rumbo existencial. Un retorno cargado de dificultades que Sobidelia burla con una formula muy personal: buscar en cada pedazo de día la felicidad.

En estos acercamientos a la persona que confiesa aquí sus Secretos, intentamos seducirte con términos, frases o instantes del programa. Esta vez nos sigue intrigando una respuesta de esta la poetisa: uno desconoce qué sucede cuando lo traen al mundo, uno no es testigo vivencial del parto, pero yo digo que a mi me parieron con miedo, que  nací con miedo, el miedo a transitado junto conmigo y sigue ahí…

Secretos de Anselma. La posibilidad del milagro

En un mundo donde prevalece la mentira y la desconfianza cualquier intercambio con otro ser humano siempre aporta y enaltece. Por esa razón,  compartir los secretos de la guantanamera Anselma Betancourt, Doctora en ciencias de la salud y devota de la Virgen de la Caridad del Cobre, es un pequeño pero invaluable privilegio.
Quizás lo primero que sorprenda de ella sea la franqueza como revela sus más íntimos sentimientos, o tal vez su fe en el poder de los dioses reverenciados en las religiones afrocubanas. Esto ultimo, controversial por tratarse de una eminente científica, que desanda buena parte del mundo entre conferencias y postgrados y por demás  reside en una isla que asume el materialismo como filosofía oficial.
Sin embargo, para Anselma no existe contradicción alguna: ella se considera una privilegiada porque nunca tuvo que negar sus creencias, aunque según su mirada, Dios existe pese a que uno crea en él o no.
Tal vez debido a esa fe, asegura y narra con absoluta precisión cómo presintió la muerte de su padre a pesar de encontrarse a más de mil kilómetros de distancia uno del otro.
Y es que la convicción la acompaña hasta en los deseos más íntimos. Aunque rebasa la edad que los especialistas consideran adecuado para el embarazo, Anselma continúa intentando este milagro porque es quizás la meta que más añora.
Para ella, los términos: nunca, jamás, son palabras muy grandes, muy categóricas mientras uno existe. Asegura que si ora, además de la contribución de ella y su pareja, el milagro será posible.
 

Al deseo de crear un hijo, esta mujer de pequeña estatura suma un anhelo más universal: la paz. Confiesa no albergar temores, sí mucho respeto a las personas de experiencia, quienes traen en las canas y en los años toda la experiencia de la humanidad, o a ese niño que en cualquier lugar del mundo esta naciendo y enviando una señal.

Contrario a lo que persiguen buena parte de los seres humanos, Anselma no desea conocer los misterios del futuro. Prefiere vivir cada día, levantarse cada mañana y dar gracias a dios por estar.

sábado, 8 de octubre de 2011

Secretos de Virginia López. Pequeño drama de la vida real


El teatro es un elemento esencial en la vida de Virginia López. Luego de graduarse en la especialidad de Artes Dramáticas en la Escuela Nacional de Artes, en La Habana, se vincula al célebre grupo Teatro Escambray  junto a reconocidas figuras de la escena en Cuba como el desaparecido Sergio Corrieri.

De regreso a Guantánamo, integra la agrupación Cabildo Teatral de esta ciudad. Luego funda los proyectos Rostros y más recientemente La Barca junto al actor, narrador oral y dramaturgo Ury Rodríguez. Para estas agrupaciones actúa, dirige disímiles puestas  y cautiva al público con su peculiar encanto de narradora oral. 



Sin lugar a dudas la mayor carga dramática que ha enfrentado esta guantanamera, no sucedió en las tablas sino en la vida real: 50 años después que viera a su padre por última vez, se reencuentra con este en Venezuela luego de una  ardua pesquisa

Secretos María del Carmen: Diecisiete años de un transplante de riñón


La guantanamera María del Carmen Gómez (Macucha), extrabajadora bancaria y dueña de una pizzería, tiene una la fórmula para la vida: los fracasos solo sirven de aliento.

La reflexión tiene un valor añadido porque llega desde un ser que debió sortear los mas disímiles problemas desde pequeña. Con solo seis meses de edad inició una odisea  de dificultades renales hasta perder uno de sus riñones. Algunos años mas tarde, el otro riñón deja de funcionar y a partir de allí sobrevive  diez meses en tratamiento dialítico hasta recibir un transplante con el que vive hace diecisiete años.

Contrario a lo que pudiera pensarse, esta mujer posee un optimismo a toda prueba. Es tan emprendedora que celebró sus quince años de trasplantada con una fiesta como las que celebran en Cuba  las jóvenes que arriban a esa edad. 

El sueño que siempre persiguió María fue tener un hijo.  Para lograrlo, debía permanecer los nueve meses de embarazo ingresada en una sala especial a más de mil kilómetros de Guantánamo . Sin embargo, alcanzar esa meta significaba dejar sola a su madre anciana y ella no estaba dispuesta a ese sacrificio.

Ni siquiera ese suceso, desanimó a Macucha porque “cuando no logra algo no lo toma como una derrota sino como una experiencia que da la vida”.


Estos son solo pretextos para un encuentro con Maria, diecisiete años después que fuera transplantada.  El  próximo Secreto a Compartir es el de la actriz  Virginia López quien revela un pequeño drama de la vida real.


La anfitriona de Secretos Compartidos


La conductora y guionista de Secretos Compartidos es la periodista Yanela González Quintero (Guantánamo, 1976), graduada en Lengua y Literatura Inglesa por la Universidad de Oriente, diplomada en Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana, y realizadora de programas de televisión. En la actualidad ejerce como corresponsal del Sistema Informativo de la Televisión cubana y de Cubavisión internacional en Guantánamo.

Yanela trabaja como reportera del Telecentro Solvisión hace más de diez años, cubriendo esencialmente sucesos artísticos del alto oriente cubano. Es además conductora  y guionista del programa 5to día, resumen informativo semanal.

En el 2008 laboró como corresponsal del Sistema Informativo de la Televisión Cubana en la República Bolivariana de Venezuela. En este país, publicó reportajes en  los canales estatales Venezolana de Televisión y la transnacional Telesur. Asistió a coberturas como la Cumbre de Jefes de Estados vinculados al ALBA, donde logró entrevistar a los Presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, Evo Morales, de Bolivia, y Manuel Zelaya, de Honduras.

La televisión cubana ha seleccionado como mejor corresponsal cultural en numerosas ocasiones y sus reportajes y crónicas fueron premiados en el Festival Nacional de los Telecentros y  en los  Festivales Nacionales de la Televisión Cubana. En el 2008 fue reconocida con el Premio Guamo de la UNEAC a la personalidad artística más relevante de ese año.

viernes, 7 de octubre de 2011

Compartir secretos y estrategias de vida


Secretos Compartidos es un programa de entrevistas, producido por la televisión regional Solvisión de Guantánamo, Cuba.

Durante trece minutos, con una frecuencia semanal ofrecemos un espacio de participación a personas de la comunidad para dialogar acerca de sus prácticas de vida a partir de situaciones singulares.

Los invitados son personajes cotidianos, próximos, muchas veces anónimos, dispuestos a revelar las estrategias que emplearon para enfrentar situaciones límites o simplemente para alcanzar sus sueños.

La esencia de Secretos… es brindar el espacio televisivo, muchas veces destinado a las celebridades o los conflictos económicos, a seres humanos cuyos saberes y formas de expresión conforman la esencia de lo que llamamos humanidad.

Desde el 2004, luego de tres temporadas, participaron en esta experiencia artesanos populares, emigrantes, exconvictos, médicos, profesores, mecánicos, enfermeras, músicos tradicionales, ingenieros, campesinos, doctores o simples ciudadanos creadores de prácticas de sobrevivencia.

Aunque la mayor parte de los protagonistas de Secretos Compartidos viven, laboran e imaginan su futuro en Guantánamo, el dialogo procura atravesar situaciones que pudieran ser comunes a todos.